jueves, 19 de agosto de 2010

demasiado forzado.

Me entristezco mientras lo pienso. Risas y llantos. Oigo mis palabras enmarcadas en un fondo de telediario. Me veo forzada a subir la voz para que, aquella persona a la que aún parece interesarle mi vida, me pueda oir. Finalmente desisto de intentarlo.
Pienso y pienso y sé que no lo merezco. Sé que es inconsciente e incluso sé que si te lo digo dirás que es mentira. Pero no lo es. No para mí. Toda mi vida me lo han recordado, pero hasta hace poco no me he dado realmente cuenta. Hay un triste reflejo de cielo flotando en mi alma... Entre "¿qué te pasa?"s y "nada, sólo tengo sueño", sigo pensando el por qué. No logro entenderlo y quizá nunca lo haga, pero sigo intentándolo. Os quiero, te quiero muchísimo, pero me siento tan... ninguneada por ti, como si yo ya no formase parte de ti, es más, como si nunca lo hubiese hecho. Nunca sabes qué decir cuando te preguntan qué estudio, ni sabes a qué horas salgo o entro ni sabes tan sólo quién soy. Cada detalle de su vida es como tuyo propio. Cada detalle de sus planes es como si lo planearas tú... cada una de sus palabras ensombrece cada una de mis conversaciones. Y tengo la sensación de que no sirvo para aguantarlo... de que ya no puedo seguir aguantándolo más, porque ahora me lo merezco menos que nunca. Porque os he visto, te he visto llorar por él, y he visto que a él le daba igual. Porque me ha llamado a amenazarme. Porque renegó de nosotros, de ti, de vosotros. Porque me esfuerzo día a día por veros feliz, por hacer lo posible para que estéis bien, y no lo consigo, hasta que llega él, y se te ilumina la cara.
Quizá si tu amor por él no fuese inversamente proporcional a tu amor por mí, no me importaría tanto.
Lo siento. Siento muchísimo que no veas que sufro por él, por ti... y siento muchísimo no tener una recompensa por mi esfuerzo.
No creo que recapacites nunca, pero tampoco quiero que lo hagas, pues te sentirías muy mal al ver el daño que causó tu equivocación.
Seguiré intentando que seas feliz, aunque no lo seas, y, además, pagues tu tristeza, tu amargamiento, tu aburrimiento, tu desesperación, conmigo.