viernes, 15 de marzo de 2013

Invenciones esponjosas.

-Es que te echaba un poco de menos. 
- Yo también a ti. 

No sé si has sonreído o no. Yo sí lo he hecho, como siempre, bastante. No estoy muy esponjosa hoy, lo sé; además, tú me lo has dicho. No estoy esponjosa, ni alegre... Pero estoy aquí. Me ves de colores sin verme, me sonríes sin que yo pueda verte y nos echamos de menos sin haber estado juntos nunca. Pero ¡qué genial esponjosidad! De repente /me abrazas, me acaricias el pelo, imagino, recuerdo, invento, también, y añoro. Necesito, quizá. O no, no lo sé. 
Hoy era uno de esos días que temes caer de un abrazo soñado. Una de esas noches en las que te gustaría estar dentro de una cama con sábanas que oliesen a blancura, simplemente con un abrazo. Daría igual quién fuese, simplemente un abrazo. Pero no da igual, porque me los ofreces tú. Me decepciono hoy de gente, de mí misma, y necesito no caerme. 
Si estuvieses aquí, tal vez... 

El Chico de las Sonrisas Inventadas abraza a la chica de colorines de aquella manera amorosa que ella había imaginado entre chocolates. Ella, sorprendida, sonríe cansada del mundo hoy, y se deja abrazar y esponjar en aquellos brazos, que también habían sido imaginarios hasta entonces. Se hace un huequito pequeñito, casi como ella entre los brazos de él y su pecho; simplemente está. Él acaricia suavemente los rizos de  colores, sonríe quizá también porque está tranquilo, esponjoso también, disfruta tal vez el mismo momento que ella. La chica de colores extraños saca un brazo de aquel hueco que se había hecho entre la piel de su compañero, y lo pasa por la espalda de él, hacía tiempo que no se sentía así. Le hubiese pedido entre sonrisas y miedo que no le soltase en toda la noche, que lo necesitaba, ahora, aquí, así. No lo hizo porque sintió que, aun sin pedírselo, él no lo haría. 
Él le quita las gafas a ella para poder besarle, así, cada vez más tierno, cada vez más esponjoso, cada vez más cursi en el mundo exterior, los párpados y la mirada. Ella le esquiva un poco con la cara, le busca con los labios el cuello y se posa sobre él. No hace nada más que eso, sonreír a su cuello, sonreírle al cuello, a él, a sus brazos, seguramente. Respira muy tranquila, y también algo agitada, aunque parezca algo contradictorio. Así mismo, ella seguía cansada, tal vez algo tristona, pero también recuperaba fuerzas, sonreía, abrazaba, buscaba la vida en aquella sensación. 

Y seguro que la encontró, pues hoy está escribiendo sobre ello sin siquiera haberlo vivido.

lunes, 11 de marzo de 2013

Llista de característiques que fan de la Chica del Portátil Pequeño una de les persones més especials del meu món.

1.- Té un somriure on hi cabem tots. Hi cap el món, els monis, el Xiroia, la Universitat, els nins,  les nines, el Llompart, la sister, Sants, la iaia, les historiadores de l'art,  i tota l'alegria i la tristesa d'un món compartit. I moltes altres coses que no hi caben aquí!
2.- Mira amb uns ulls grans, de nena petita, entre negres i marrons clars, en una barreja impossible de sol i lluna, de nit obscura i també d'aurora. 
3.- Quan està incòmoda, li piquen els peus. És adorable. 
4.- Ido això; és adorable. 
5.- Fa llistes de tot i per tot. A vegades no les escriu a un paper, però sempre les fa a la seva ment, i a vegades les transmet. 
6.- És petita i gran a la vegada. No ha perdut mai la dolçor de l'infant que mira com se mouen unes titelles, però també és capaç de veure a les pròpies titelles la infantesa ja (in)acabada. 
7.- Fa topless a la platja. Sempre, i no té en consideració el que els altres en pensen. És preciosa també a la platja, quan riu, perquè sempre es posa molt morena. 
8.- Per mi, és difícil fer-li una abraçada, però quan som capaç de fer-ho, estic contenta tot el dia. Perquè s'aferra d'una manera dolça no només a la pell, sinó també a la vida, als ulls, a la mirada. 
9.- Demana sempre "com estàs?"  abans d'explicar com està ella. I, encara que això me molesta, perquè jo vull saber com està, la fa també molt especial. 
10.- Llegeix aquest bloc, i diu que li agrada! 
11.- Té un cap ple d'idees, de ciència, de filosofia, de lògica, de psicologia, neurologia, Klimt, també d'Spinoza, d'acaronaments, de més somriures, de besades, de matemàtiques, d'amistat, d'amor i de cabells arrissats. 
12.- Les seves mans acaronen violins, guitarres, somnis, classes d'oient i també d'alumna. Però també tracta amb nins i nines que la tenen de monitora preferida. 
13.- Sap fer l'amor -de veres, no de sexe- amb una mirada. 
14.- És conscient de coses que ningú es planteja, però que tots sentim. Estima, però ho sap. 
15.- Té la capacitat de deixar de banda les llistes que ja no li serveixen. Els amors platònics tornen a ser platònics, o deixen de ser amors. 
16.- Riu sencera al meu costat, i al de molta més gent. No ho pot evitar, i fa la vida més bonica. 
17.- És. Existeix i no "problematitza" l'existència. Fa coses pels altres i s'ajuda a ella mateixa. Fa coses per ella mateixa i acaba fent-nos feliços a tots. 
18.- No la puc ficar sencera a una llista. 
19.- És poesia, ella, el seu nom, les seves mans. És cant, la seva veu, el seu nom -novament-, ella, el seu somriure, els seus cabells i els seus colors, que no falten.
20.- Als seus clotets es reflexa la bondat de la nina, i a la rectitud del seu nas la responsabilitat d'un adult.
21.- És preciosa.
22.- Se fa estimar. Me l'estim, molt. 

sábado, 2 de marzo de 2013

Cazando mariposas.


Y tú y yo… tan idiotas, nos tiramos por la borda. Yo me tiré, ya hace un tiempo, y tú, que me animabas a hacerlo, aunque sólo a ratos, te quedaste en el filo. No sé cómo lo hiciste, pero lo hiciste. Yo tuve en algún momento la sensación de que también te habías tirado. Que ibas detrás de mí, que tu caída era quizá más lenta, pero que venías también. Cuando caí del todo, hace tan sólo un par de días, me informaste desde arriba de que no era así. Te miré, te pregunté, me di cuenta del error, y miré los símbolos entregados. Desde allí arriba me dijiste también que estaba bien que por una vez hubiese caído, o que me hubiese tirado, que ya bastaba de estar encorsetando sentimientos, de estar frenándonos los besos. Sonreí, o eso creo, de impotencia y de resignación. ¿Qué vamos a hacerle? No todas las personas que dan consejos dan consejos que ellos mismos cumplen. ¡Qué leches! Nadie hace eso. Yo tampoco sé hacerlo.
El caso es que desde abajo te miraba sonreír sonrojado, porque tú te habías dado cuenta ya tarde de que me había lanzado. Eso te hacía ruborizar, sonreír como el niño aquel que  hay en la mezcla de mi creación con tu nombre. Yo disfrutaba de ello, pero también me moría de vergüenza, nunca me había lanzado frente a nadie que no se lanzase conmigo. Nunca me había lanzado. Jamás había caído, ni lo había reconocido, puesto que no había nada que reconocer.
Yo también te dije, desde abajo, que me había caído y por qué. Te conté que no me había pasado nunca y que el golpe estaba perturbando mis escritos y mi vida. Volviste a sonreír ruborizado, como alguien a quién le están diciendo que es el mejor del mundo. Supongo que se me nota todo, como siempre. Que me lo notas todo, como creía siempre. Tú te habías tirado muchas veces, y caído otras tantas, por eso no te tiraste ahora. Porque me llevas ventaja, sabes que el golpe al final termina haciendo moratón, y los moratones duelen, casi siempre. Bueno, tú no saltaste porque no distingues entre el lila y el azul, los colores entre los que oscilan los golpes, y la felicidad. Así que decidiste –supongo- no hacerlo, y como tampoco pensaste que yo sí lo iba a hacer, no  intentaste convencerme del peligro de la caída.  

El caso es que ahora me he sorprendido a mí misma con algún color oscilante entre el lila y el azul en la piel del corazón. Pero no se alarme nadie, que, así como soy una experta en crearlos, estoy aprendiendo también a serlo en quitarlos. Lo mimo, lo cuido, al color, al moratón, para ver si quitándole el dolor se convierte en alegría. E intento escribir cada momento bonito para, cuando haya superado la caída, poder releerlos y recordar el camino.
Eso, y que el deseo me hace feliz, qué le vamos a hacer… 
Cómo sostener entre las manos una mariposa sin   quebrar sus alas,
cómo cazar una mariposa sin arrebatar su libertad.