martes, 21 de diciembre de 2010
sonrisas perfectas, eternas.
martes, 7 de diciembre de 2010
olores.
domingo, 5 de diciembre de 2010
pájaros prohibidos
Los presos políticos uruguayos no pueden hablar sin permiso,
silbar, sonreír, cantar, caminar rápido, ni saludar a otro preso.
Tampoco pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres
embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros.
Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso "por tener ideas ideológicas", recibe un domingo la visita de su hija Milay, de cinco años. La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen a la entrada de la cárcel.
Al domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles. Los árboles no están prohibidos y el dibujo pasa. Didaskó, le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en las copas de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas:
- ¿son naranjas?¿qué frutas son?
- La niña lo hace callar:
-ssshhhhh- y en secreto le explica: - bobo ¿no ves que son
ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.
martes, 23 de noviembre de 2010
prototipos? NO! Sensaciones...
martes, 9 de noviembre de 2010
sueño. deseo... ¿amor?
domingo, 24 de octubre de 2010
tú, esa personita (pequeña y mona) especial.
Ella se va. Pienso. Miro fotos. Pienso en amistad y más y en menos que eso. Siento vacío. Siento que no podré llegar. Pienso en el pasado y no entiendo cómo hemos llegado a todo esto. Tú, yo, nuestras charlas sobre tantos temas y nuestras miradas, y nuestros amores. Y tus rizos y los míos. Escribí hace ya algo más (o menos, no lo recuerdo) de un año, sobre un bichito parecido a un gusanete que me hacía sonreir y que se emocionaba. Se emocionó, se enfadó, pensó, habló, y decidió. Decidimos. Por separado, pero lo mismo; porque es él, porque es ella. Y porque eres tú y porque soy yo. Te miraba. Echabas cacahuetes a la andaluza de enfrente y no te dabas cuenta de que te miraba. Tenías razón; has cambiado. Mucho. Mucho, muchísimo. Pero, sin proponértelo, haces sentir, haces pensar tantas cosas. Eso no ha cambiado nada. Sigues siendo aquella pequeña y risueña niña indecisa que conocí (¿niña?). Y sigues con tus rubios rizos (hoy sueltos, sin coleta, por cierto...). Y sigues con tus ojos, y con tus piercings y con tus manos deterioradas por la lejía. Y a veces sigues pensando que no eres nada, y que no vales nada, mientras vas por ahí haciendo que la gente se replantee tantas cosas, y que la gente (yo) te tenga aún más arriba de lo que ya te tenía, y sigues siendo tú. Pero no te conozco. Aún no te conozco lo suficiente como para ser tu amiga, pero tampoco te conozco lo suficiente como para escribir esto. Todo es subjetivo, diría Kant... Todo. Todo sale de mí; lo produces (lo "inspiras") tú, pero todo esto es mío. Son las sensaciones que tú me causas, las sonrisas que ves y las que no ves, y las lágrimas que, por teléfono, calmas. No sé quién eres, sólo sé quién (y qué) eres para mí.
Y en mi opinión, creo que, pase lo que pase, siempre, siempre, serás esa persona especial que me hace ponerme nerviosa en la caja de mercadona, que me hace troncharme de risa pegándose unas gafas, que viene a verme estando fatal con la regla y con la que quedo a pesar de llevar 12 horas trabajando, que me hace escribir cosas raras (como ésta) y que me hace pensar en qué, realmente, es el amor. Siempre serás tú, y, paralelamente, "mi tú".
Te quiero. Pero mucho.
viernes, 22 de octubre de 2010
Frío.
Siento frío, en mi habitación, pasando apuntes de lógica mientras oigo Estopa y pienso en todo lo que pienso.
Hablamos de argentinos frente a un bar de argentinos, y en el claustro, un argentino cuenta chistes y Carme y yo pensamos: uff... quin pesat!
Angelina viene algunos miércoles a vernos, cansada de Beatrius de Pinós, y lee y termina nuestro compendio. Tania, que sigue por lugares lejanos, nos hará una visita en breve, y nosotros visitaremos nuestro pasado compartido, junto con ella.
Echo de menos a Alejandra, y a todos ellos, anhelo, además, aquella felicidad de pareja que empieza y busco en sus ojos aquel destello... Pero no lo encuentro, y sigo echando de menos y yendo hacia adelante sin saber qué es adelante ni a dónde me llevarán mis pasos...´
cuando, en realidad, sólo me faltan dos cosas: calor, y sonrisas.
jueves, 7 de octubre de 2010
nuevo
Que te ha sorprendido. ¿Y a mí? A mí me ha sorprendido muchísimo más verte tan confiado, tan "suelto", tan simpático con otras personas. Me alegro tanto de que por fin estés haciendo algo, y de que (de esto es realmente de lo que me alegro), te guste. Sí, puede ser que yo tenga algo que ver en que hayas dado el paso, pero también puede ser y es, que tú tengas que ver en todo lo demás.
Has sido y eres muy importante en mi vida. Hemos pasado muchas cosas juntos (todas). LLantos, risas, guiños, miradas,caricias, deseo, orgasmos, dolores, odios, amor... y todo a tu lado. Hemos pasado por muchas malas épocas, (todo aquello de los cambios, en lugar de los fracasos, por mi inspiración filosófica), y aún así, sigo aquí. No me preguntes por qué, de hecho, ni siquiera yo lo sé. Es cierto que te conocí muy joven, que me cegaste muy pronto y que te empecé a querer en seguida. Es cierto también que no he querido jamás perderte (ya sabes, "del todo"), y es cierto también que mi vida la conforma mucha más gente, al igual que ahora, la tuya, se ha llenado de caras nuevas, de profesores, de compañeros, incluso de tutoras sordas!!
Sabes? seguiré a tu lado hasta que dejemos de ser felices, y, sinceramente, espero que eso no ocurra jamás...
gracias por todo, mucha suerte en tu nuevo camino, y espero que realmente esto te haga llegar a lo que quieres llegar.
Atrapada en mi mundo, mágico, trágico, que siempre confundo y donde hay mucho tráfico.
-Estopa.
jueves, 19 de agosto de 2010
demasiado forzado.
martes, 22 de junio de 2010
tortugas errantes
He muerto muchas veces, he resucitado otras cuantas, pero, cuando he estado muerta, no he estado en este mundo, no he viajado, no he flotado, no me he hecho ver por nadie, no he sido una tortuga, ni siquiera una persona errante.
Aunque realmente no muero. Dicen que la muerte es cuando uno deja de respirar, su corazón deja de latir, cuando tu alma se va, que dirían los griegos (psyché). Yo no he dejado de respirar en ningún momento, ni mi corazón ha dejado de latir (al contrario, cuando "muero", late mucho mas deprisa), y mi alma... mi alma no sé dónde está, ni si algún día existió.
Bueno, en este sentido, yo no he muerto (aunque lo haré algún día, espero...). Pero la muerte tiene otros tantos sentidos: mueres emocionalmente cuando tu mente se bloquea por algún problema, por pequeño que sea, con alguna otra persona. Mueres también cuando te duelen los ojos de llorar. También estás muerta cuando alguien te dice "¿qué tal?" y contestas "bien", siendo la mayor mentira de tu vida. Mueres cuando ves a tus padres llorar por algo que ha hecho tu hermano y mueres cuando, aunque solo sea por un instante, odias a alguien con la más profunda de tus fuerzas. Mueres cuando tienes que ir a que te pinchen para poder quitarte esos nervios de encima.
y sí, siempre resucito, pero cada vez lo veo más difícil...
hoy me cuesta mucho resucitar, aunque quizá lo haga... pero seguramente, llegará el día en que sea incapaz de poder hacerlo.
lunes, 7 de junio de 2010
MARAVILLOSAMENTE MARAVILLOSA
¿Que tienes mucha suerte de tener a quién tienes a tu lado? ni lo voy a negar ni la conozco lo suficiente como para afirmarlo, pero ella, tampoco se queda atrás. Y es que tú, sencilla, pequeñita, con ojos azulverdosos y gafas despegadas y vueltas a pegar, eres maravillosa. Cada vez que te veo me alegras el día como si nada hubiese pasado. Casi hacía un año que no nos veíamos, y aún así, te me hacías tan familiar, tan mía... tan tú.
Recuerdo una sola vez en la que me abrazaste. una sola. Pero fue uno de los abrazos que recuerdo con más cariño, precisamente porque es tuyo, y porque no es tan fácil arrancártelo.
Supongo que no leerás esto jamás, pero tampoco hace falta que lo leas, tú no eres consciente de lo importante que llegas a ser para mí en algunos momentos, así como tampoco lo eres de lo maravillosamente maravillosa que eres.
Espero que siempre seas así, que nunca dejen de brillarte esos pequeños ojos azulverdosos, ni deje tu sonrisa de provocar la mía, así como tus rizos nunca dejen de volar... aún estando atados con una coleta... como tú.
viernes, 4 de junio de 2010
Rutina desfamiliarizada...
Vivimos en una constante vitalicia de velocidad, campos, toros y trenes rojos y amarillos, o rosas y blancos, en su defecto.
Van pasando estaciones, una a una me pregunto cómo será ese pueblo que lleva por nombre “Lebrija” o “Marratxí”.
Sí, es cierto, estoy acostumbrada a viajar en tren; viajo en tren dos veces al día. Lo que me sorprende de este viaje es, a parte del precio de los billetes (8’80€), la tristeza con la que todos los viajantes parecen haber venido.
Cojo un tren diario para seguir con mi rutina; universidad y vuelta a casa, casa y vuelta a la universidad. Pero hoy es diferente. Viajo en tren, ahora mismo, en este mismo instante para poder volver mañana a esa rutina universitaria doméstica. Pero, antes de estar en este tren tuve que dejar atrás a muchas personas, las dejé atrás hace tiempo. Pero el cariño, el amor, “la sangre”, como se dice por aquí, me hace volver de vez en cuando a mis seres más queridos.
He estado con vosotros apenas 3 días, pero he vuelto a sentir que sois los más importantes en mi vida; mi familia.
Francisco Javier, Anabel, Vicente, Antoñito, Tania, Zahira, Alejandra, Nerea, Daniela, David y ahora también, “el Ortega”. Todos y cada uno de vosotros sois para mí muy importantes. Me he criado con vosotros aunque ya parezca muy lejano.
Llego aquí y me siento una extraña. Cada uno sigue con su rutina; residencia, autoescuela, restaurante, institutos, colegios y demás… Yo también tengo una rutina, muy lejos de vosotros, pero la tengo. Y no me desagrada tener una rutina, lo que me desagrada, lo que me entristece, es tenerla tan lejana a vosotros.
jueves, 22 de abril de 2010
Celos que duelen
una persona celosa es capaz de ver cosas donde no las hay, de desconfiar de alguien que jamás le dio motivos para hacerlo, de imaginar hipotéticas situaciones que no podrían pasar ni en las películas, hacerle daño a la persona de la cual está celosa y hacérselo a sí mismo.
Dolía mucho imaginarte con otra persona, imaginar todo lo que me habías contado que habías hecho con otras, dolía mucho, cuando yo aún era una inocente niña incapaz de darte sexo y tú decías a algunas que querías estar con ellas... Dolía mucho cuando me tenía que esconder porque llegaba la madre de tu hija. Dolía mucho cuando cualquiera de tus ex's venía a incordiar y a decir que te hacía más feliz de lo que yo podría hacerte. Dolía mucho cuando te imaginaba pensando en otra y dolía mucho cuando rememoraba en mi cabeza las relaciones sexuales que me habías contado. Dolían mucho los celos. Enloquecía y quería que todo acabase porque sentía que no merecía la pena, si siempre iba a imaginar y a pensar en cosas que quizá no sucederían en la realidad. Mirabas a todo ser viviente por las calles y me dolía. Claro que tenías y tienes derecho y deber, incluso, de hacerlo, pues eres hombre, heterosexual, con ojos, y libre, pero yo era una paranoica celosa que no aguantaba la mínima. Me decías que era demasiado celosa y que no tenía motivos, sin embargo, algunas veces sí los tenía... y tú lo sabes.
Dolía mucho todo eso...
pero ahora, tus celos, duelen más.
Duelen más porque no confías en mí, en mí, que, aguantando todo lo que he tenido que aguantar, sigo contigo. Porque siento que no merezco esta desconfianza desproporcionada que te lleva a mirarme de esa manera. Porque yo sería incapaz de, estando contigo, hacer cualquier cosa con otra persona, fuere quien fuere. Porque sigo siendo yo, aquella que una vez dijo "¿por qué no te lo imaginas?" y empezó a crear la relación más bonita del universo. Porque no me lo merezco, porque parece que tres años y medio no han servido para nada...
porque duele, no sé muy bien por qué, pero duele...
Te amo... espero que esto no siga así mucho tiempo.
Te amo, ¿entiendes?
viernes, 16 de abril de 2010
Esto...
Levantarme más temprano para intentar encontrarme a mi anterior instituto en mi universidad....
Vivir, petitons, gracias por permitirme vivir.
viernes, 9 de abril de 2010
¿derecho a besar? ¿qué es eso?
En los andenes, me encuentro con una antigua conocida, que me presenta a una amiga. Hablamos y nos ponemos al día de nuestras respectivas vidas. Veo justo en frente de mí, al señor que tarareaba besando a alguien, no le di mayor importancia. Seguía hablando con mi amiga, y de repente, oigo:
-¡¡Un poco de educación, hombre!!
no sabía qué había pasado. Viene el tren y nos metemos en el último vagón, también con el señor que tarareaba y su pareja.
El señor que tarareaba y besaba estaba muy enfadado. Me estaba oliendo lo que había pasado...
El vigilante de seguridad había entrado en el mismo vagón que nosotros y se había puesto de frente a ellos (al señor que besaba y tarareaba y de su pareja). El revisor del tren, al ver tal estado de crispación, dijo:
-yo no sé qué habrá pasado, pero hay cosas que aunque sean hombre y mujer, no se pueden hacer...
se oía:
-¡¡homófobo de mierda!! ¡¿cómo puede pasar esto en el siglo XXI?!
Exactamente; el vigilante de seguridad les había dicho al señor que tarareaba y a su pareja que no podían besarse, que era una falta de educación. Lo que a mí no me quedó claro és cuál era realmente la falta de educación, si que se estuvieran besando, o que fueran dos hombres los que se besaran.
Indignados, los dos hombres hablaban de que eso no tendría que pasar en el siglo en el que estamos... ¡Estaba tan de acuerdo con ellos!
¡El vigilante no dejaba de mirarlos, como si hubiesen cometido algún delito!
Finalmente, se bajaron en la última parada, como yo... y el hombre que tarareaba y besaba me miró, sonrió y dijo: no tenemos derecho ni a poder besarnos, eh...
Sonreí, qué ternura me daba aquel señor y su pareja... qué repungnancia sentía hacia el vigilante. Alguien decía: no es porque sean dos chicos, si fuesen una pareja heterosexual también lo hubiese hecho. Mentira. Yo me he besado cientos y cientos de veces con mi pareja en la misma estación y con el mismo vigilante, y ni siquiera se ha parado a mirarnos.
¿una falta de eduación? lo que es una falta de educación es humillar a los diferentes. Sí, eso es humillar; que te llamen la atención por ser diferente al resto, y no sólo llamar la atención, sino prohibirte hacer lo que quieres hacer... es una vergüenza que esto pase.
Por el derecho a besar, por el derecho a VIVIR.
viernes, 26 de marzo de 2010
mi sonrisa
Hace algún tiempo escribí que me estaba buscando a mí misma... y creo que sigo en el mismo punto; aquel punto en el que, escuchando la misma música de siempre, escribiendo las mismas palabras de siempre, besando los mismos labios de siempre, comiendo la misma comida de siempre, buscaba y buscaba a mi alrededor algo que me hiciera saber, o al menos acercarme, a la esencia de "Mary" o de como me querrais llamar (¿tantos nombres como identidades?).
Y hoy, esperando para coger el tren, aquí sigo, y hoy, después de tantos cambios, he vuelto a ponerme mis pantalones anchos, mi camiseta blanca y mis "vans", y hoy me he levantado con ganas de bailar, de escuchar Estopa, Melendi, Bebe y todos aquellos que me hacían sonreir. Y hoy he pensado que da igual todo lo que pase, que da igual si sale bien o no, si la gente es mínimamente feliz.
Da igual si siempre veo una sonrisa en tus labios, y en los tuyos, y en los tuyos... y en los suyos también. Y si no me amargo porque algo sale mal, seré más feliz, ¿no crees?
Leyendo a Foucault y a Platón, y oyendo "me falta el aliento" de mis adorados Estopa, pienso y pienso que quién realmente soy, y es más, quién he sido todo este tiempo? ¿y por qué no puedo alegrarle la vida a los demás, como hacía antes, con una de esas sonrisas que todos me recuerdan que ya no tengo? ¿por qué no dejo que ellos me conozcan realmente?
esa niña... siempre con esa sonrisa... y ahora, ¿qué?
sábado, 23 de enero de 2010
La inspiración a veces viene con la música; estás escuchando una canción que te gusta mucho, y empiezas a escribir. Escribir y oír música, en cambio, es, para mí, incompatible, no puedo escribir mientras escucho aquella preciosa canción que me eriza la piel.
Siento que la música me mece, que mece mi alma, y sí, tengo muchas ganas de escribir, de disfrutar, pero no a la vez. Es imposible, no sigo lo que escribo sino lo que oigo. y te busco en la pena, te encuentro en la risa... te busco, te encuentro, te vuelvo a perder.
viernes, 22 de enero de 2010
jueves, 21 de enero de 2010
Perfectas, opuestas.
Tienes un nombre raro, pequeña inocente, pero es el nombre más especial que jamás encontré entre los arbustos de mi jardín.
La pequeña hada sonriente, preciosa autónomamente, la señala; señala a otro pequeño ser, de raza negra, de ojos marrones y perfectamente oscuros, no está sonriendo como su compañera, pero es igualmente perfecta. Las miro. Las contemplo de una manera especial, no podría vivir sin ninguna de ellas, aunque las acabo de descubrir. Ante mis ojos se miran la una a la otra, y la pequeña e inocente rubia le dice algo a la pequeña y risueña negra. Hablan en un idioma que no entiendo, y me gustaría entender: quiero saberlo todo sobre ellas, quiero que sean mías, quiero poder contemplarlas cuando quiera.
El hada de la oscuridad me mira recelosa; intento mostrarle que no soy un ser malvado, sonrío y ella se ruboriza. Jamás pensé que tendría la Perfección ante mis ojos.
Se miran y se abrazan, están contentas, o eso parece. Quiero saber quiénes son, de dónde viene, por qué han llegado a mi vida y qué quieren de mí. No consigo hablar; estoy abrumado de tanta belleza, intento dirigirme a mi primera aparición, el hada Rubia de ojos claros. La señalo. Ella ve que quiero decirle algo y se acerca. Con un minúsculo dedo dibuja letras en el aire, pero yo no puedo verlas, el rastro de "polvo de hadas" que deja es demasiado pequeño para mis ojos. Cuando se da cuenta de ello, repasa y repasa el contorno de las letras y puedo leer "HOLA". Hola, pequeño ser. Eres maravilloso, fantástico... ¿qué haces aquí?
Repasa y repasa y puedo leer: ¿AQUÍ? ¿QUÉ ES AQUÍ?
Me doy cuenta de que todo es más complejo de lo que me gustaría, y las acaricio, las he tocado por primera vez. Si su aspecto era magnífico, su tacto lo es más, y me enamoro perdidamente de las hadas opuestas...
Sonreid, bellas hadas, sonreid.
miércoles, 6 de enero de 2010
2009
y vuelta a empezar; enero, febrero, marzo...
y seguimos aquí, sin saber dónde es aquí, en nuestro sitio, pero sin pensar jamás cuál es nuestro sitio, y pensamos que ha sido un año bueno, o malo, y realmente todo es tan subjetivo...
Preparo mis doce lacasitos y busco las uvitas más pequeñas para mi tío, pues no está muy preparado para estas cosas todavía. Y río. Pienso que estarán haciendo en este mismo instante allí, sin saber dónde es allí, pensando en un abismo, en el recuerdo de haber hecho lo mismo cientos de veces con ellos, y sin embargo todo es tan distinto sin ellos...
"Empiezan las campanadas;
-¡No, hombre, no, ahora son los cuartos!
-¡¡tres, cuatro!!
yo no paro de reir y de ahogarme con mis lacasitos; mi tía, como siempre, está histérica y lleva al menos tres o cuatro uvas más de las que tocan...
Es la uva/lacasito número once, salid corriendo, Papá Andrés va a abrir el champán y a ponernos a todos perdidos... Salimos, y uno tras otro vamos escupiendo las uvas, los lacasitos o lo que sea, ya que, con la rapidez de las campanadas, y la risa de mi tía Manoli, no hemos podido masticarlas ni tragarlas... Viene Papá Andrés por la puerta de atrás y, finalmente, nos moja a todos de champán. Mamá Juana gruñe porque toda la casa está encharcada de champán y confeti... nos damos besos para desearnos un feliz año nuevo".
No, Papá Andrés no mojó a nadie con champán, ni mi tía Manoli iba tres o cuatro uvas por delante, ni yo me reía ahogándome con mis lacasitos, ni salimos corriendo... ni NADA.
¿Feliz 2010? gracias, pero... no ha empezado de la mejor manera posible, que es, sin duda, la mía... la nuestra...
felices años a todos...