martes, 9 de noviembre de 2010

sueño. deseo... ¿amor?

Intento dormir y tú ya estás durmiendo. No puedo ni cerrar los ojos. Me ha impactado mucho todo esto que he sentido y mis lágrimas siguen brotando de mis ojos. Tú roncas. Me recuerda a aquella típica escena de película americana (o de Los Simpson) en la que la mujer (Marge) no puede dormir por los ronquidos del hombre. No puedo dormir y roncas. Pero no son tus ronquidos los que me impiden el sueño. No. Eres tú. La forma que has tenido de tratarme toda esta noche... La incapacidad de decirme a mí misma que no puedo más con esta situación. Es deseo, dices tú, sí, es muy bonito, pero debería haber algo más. Te ciegas de tal manera que parece que yo sólo existiese para satisfacerte a ti, y sólo en ese ámbito. Lo entiendo. Entiendo perfectamente tu deseo, tu ansia... pero también siento. Y también pienso que tú deberías entenderme, intentarlo simplemente, quizá. Sabes perfectamente que no estoy en el mejor de mis momentos y, lejos de intentar ayudarme a solucionarlo, me das más problemas. Problemas que no serían tal si al menos me dieras tu opinión con un poco de respeto, y no con ese pasotismo frente a mí.
-Pero que soy yo, por favor, trátame bien, que soy yo...
-...
-Tú no eres la persona de la que yo me enamoré.
-Es lo que hay.
Pues si es lo que hay yo no quiero que lo haya. Si es lo que hay hasta aquí hemos llegado. Creo que he hecho demasiado por todo esto, y parece que no sirve de nada. Si es lo que hay yo no me puedo dejar humillar de esa manera; yo soy algo más que un cuerpo, también siento y pienso, y mucho, mucho más de lo que lo hago con el cuerpo. Y estoy harta de decírtelo, por eso mismo es la última vez que lo digo.
y si tanto te importa, supongo que harás algo. y si no, pues ha sido un placer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario