viernes, 23 de diciembre de 2011

Molts d'anys.

Han pasado muchas cosas en un año. Malas (¿no hay mal que por bien no venga?) y buenas. Parece que el mundo se había parado, y que yo ya no era más yo, y de repente, en este 2011, llegan personas, sensaciones, gestos, enamoramientos, orientaciones sexuales, motivaciones y mil cosas más nuevas... De repente me veo involucrada en aquél mundo que alguna vez quise crear, sintiendo día a día que soy yo, viviendo poquito a poquito, saboreando cada instante de dulzura, cada ápice de color, cada diminuto detalle de la vida... Buscando la felicidad en cada rincón de la vida, en cada cajón olvidado y, así, siendo feliz y buscándolo (la finalidad del querer ser feliz es ser feliz, siéndolo, sin que acabe nunca... [Aristóteles...]).
Ha cambiado mucho nuestra manera de vivir la Navidad. Hemos pasado de vivirla en familia jerezana, siendo primos pequeñajos jugando al 'escondé', comiendo turrones de chocolate a escondidas, corriendo para que papá Andrés no nos moje de champán, a vivirla tan sólo tres o cuatro personas a lo sumo, en una tierra extraña que se nos hace casi más familiar que la propia, recordando aquella familia numerosa y, en cierta medida, echándola de menos... También hemos pasado de vivirla en pareja, besando a cada instante una piel perfecta, apoyándose en aquella persona cada vez que las lágrimas brotaban, a vivir sola todo lo que venga, besando todas aquellas pieles que nos apetece (y no nos censuramos por ello), sin que broten lágrimas en público, para que nadie tenga que apoyarnos en nada.

Después de todo, no hay mal que por bien no venga, y todo lo que he vivido, todo lo que ha cambiado y lo que no, me ha conformado como persona. Todo esto, todo aquello, todo lo vivido y lo que me queda por vivir no sirve para otra cosa que para conformar mi vida, para elaborar mi forma de ser... Para crearme a mí. Como diría Ortega; yo soy yo y mis circunstancias; sin todo lo que ha pasado, sin todo lo que he vivido, sin mi historia, yo no sería yo. Precisamente por este motivo, Marie, o Mary, o María del Carmen, o como queráis llamarla, hoy no puede más que reconocer que es un cúmulo de sensaciones, de personas, de miradas, de letras, de palabras, de escritos... Que no es más que un cruce ecléctico de millones de moléculas, de teorías y de prácticas, de gestos, de sentimientos... Y debe agradecerlo. Es difícil hacerlo, pues para ello debería mencionar a tanta y tanta gente... A tantos que me han enseñado algo, que me han hecho erizar la piel, que me han hecho reír o llorar... Es casi imposible. Lo único que podría llegar a hacer (y de hecho es la finalidad de este escrito) es nombrar, agradecer a las personas que últimamente llenan más su vida, su mente, su corazón, sin que ello quiera decir que sean las más importantes para ella. Pues todos y cada uno de vosotros ha llenado un huequito de mi vida, antes o después... Pues por todos vosotros, por los que aparecéis y por los que no...
Mamá. Porque sin ti nada de mí sería tal cual es. Debo agradecerte la vida y, sin embargo, no es lo más importante que debería agradecerte. Has estado ahí hasta cuando menos lo merecía y, sabiendo que soy una de esas hijas difíciles de llevar en algunos sentidos, no puedo dejar de pedirte perdón por todos los lloros que te he causado; por aquél año que a la niña aplicada se le fue la cabeza, lo suspendió todo y se echó un novio once años más mayor que ella... Por haber sido una inconsciente en una sola ocasión, pero una de las más importantes. Por todo eso... por mucho más, por todo, realmente... Perdóname, gracias.
Hermano de placa. Hemos perdido la cuenta de cuántos años llevamos juntos, tal vez. Hemos perdido la cuenta de cuántas veces nos hemos enfadado y vuelto a reconciliar. Ni siquiera hemos contado nunca los abrazos profundos que nos hemos dado desde el primer día... Cada vez que te felicito por algo no puedo más que desear volver a estar ahí cada vez que haya que felicitarte. Porque hoy, después de tanto tiempo, aún tengo que llamarte cada vez que algo me pasa... y porque buscamos hueco para quedar, aunque nunca lo encontremos, a pesar de todo.
África. Nunca me había planteado tantas cuestiones éticas, religiosas... Realmente no había prestado demasiada atención a aquella gente que intentaba explicarme devociones y demás cosas que yo creía sugestionadas. Pero contigo, aunque mis creencias no hayan cambiado del todo, todo ha sido diferente. Porque me basta con ver cómo te enamoras cada vez que me hablas de ello, cómo se te ilumina la cara explicándome tus cosas (porque, aunque tú no lo creas, todo eso no es más que tuyo). Simplemente eres una de las personas más amorosas que he conocido nunca, y eso, querida África, te hace especial.
Ultranivelado. Sobran las palabras. Creo que basta con una de las sonrisas que ahora ya no puedes ver más que en fotos (cuando tú quieras, claro). Sobran las palabras, pero si tuviera que decir por qué estás en esta lista moñas/cursi/nostálgico-navideña sería porque eres el hombre más... más... más hombre, realmente, que he visto en mi vida. No hace ni un año que te vi por primera vez, y ahora no puedo dejar de verte por los rincones de mi vida. Debo agradecerte a ti, que realmente no tienes una etiqueta "normal" (ahora entramos en cuestiones filosóficas sobre la normalidad) en mi vida, tantas cosas, y realmente ninguna, ya que no has hecho nada... al menos no conscientemente. Y, perdón, sobretodo, porque yo solita he creado algo que no conviene a ninguno de los dos, y que ahora parece difícil de frenar... Cosas de la vida...
Ojos verdes. Eterno sustituto, en mi corazón, de todas aquellas personas que causan mínimas sensaciones. Una explosión de gestos, de miradas y de abrazos de agua que siempre queda reflejada, de uno u otro modo, en mí, en mis cosas... En este mundo. Un abrazo tuyo basta para pensar que quizá yo sea algo más de lo que creo. Eterna pasión, emoción por la vida. Tan tú, tan verde, tan a otro nivel y, a la vez, tan próximo.



y a todos, todos los demás... a cada uno de vosotros, que no me cabéis aquí, pero sí dentro de mí, en cada poro de mi piel...
Felices fiestas, per molts d'anys.

No hay comentarios:

Publicar un comentario