sábado, 14 de septiembre de 2019

Ángel

Querido Papá Andrés,
¡Qué gran día fue ayer!
Me picó una abeja en el talón,
de mantequilla,
entre tus brazos.

Yo llorando, y tú gritando,
entre risas
-Juaniiiii,
esta niña
esta niña está hecha de
mantequilla.

Fuimos a la playa
a 'Pollenca', la del barquito.
Tu bañador azul
aguantando tirones,
dos nietos,
y una nieta.
Yo.


Reímos y tú te enfadaste
Una broma con tomates.
Qué risa, Papá Andrés,
qué risa!!
-Eso no se hace,
monina.


La soga al cuello
en un momento amargo,
piedras en lágrimas,
ojos pesados,
enfermedades...
El principio,
No el final!

Nos hemos querido,
ayer,
todo ayer
mucho tiempo, ayer.


Tus ojos azules en mis gafitas,
intentando
-y consiguiendo-
otra estrategia perfecta
en nuestras partidas
de dominó.


Ya verás cuando yo tenga
por el mango
la sartén, papá Andrés.
Antonio Molina sonando en
la radio,
de tu hijo.


Hace tanto, de ayer...

Que desde hace un año, no eres ya mi abuelo, papá Andrés.


Desde hace un año, eres

Mi ángel.


Gracias siempre, y todavía.


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