viernes, 28 de diciembre de 2012

Si quieres...

Si quieres, puedo pensar que no estoy enamorada, pero tal vez sea mentira. Porque de repente, a mi lado, siento como si estuvieras, pero sin que estés. No sé si me entiendes. Siento que falta que estés. A veces he oído eso de "siento tu ausencia"; tal vez se refiera a esto, quién sabe. Si quieres, también, puedo intentar dibujarte una y otra vez, intentando saciar mi sed de ti, pero no lo voy a conseguir. En sólo un segundo puedo arrancarme el pasado de los labios, y pensar sólo en otras gentes y otras vidas, pero a ti no, aún no. Aún no puedo decirte que, si quieres, voy a verte y tan sólo me siento a tu lado mientras te miro las manos, pero sí podría responderte con un beso aquel disparo. Si quieres, sólo si quieres, puedo intentar besarte sin que tú hagas nada, sin siquiera tenerte aquí; puedo cerrar los ojos e imaginarte en este hueco que siento a mi lado, te acariciaré la nuca -como siempre-, me acercaré, primero a tu mejilla, después al hueco que deja tu naturaleza entre el labio inferior y la barba, y ahí, podré besarte siempre, mientras tú simplemente existes. Existes, aunque, en este momento, sólo a este lado de mi mente. También si me das permiso, si lo consientes, si tú quieres, otra vez, de nuevo, puedo imaginarte sobre mí, besándome tú, como alguna vez no tuve que imaginar.  Y empezar otro relato con tu nombre, y que me duela la mano de pensar en ti. Dedicarte mil noches de insomnio, pero también de desvelamientos reales, sexuales, físicos, besados... De vida. Si quieres, podemos también cortar las calles  besándonos, haciendo que cada coche y cada persona se sienta alegrado por el amor. Rodar en la alfombra de aquella canción y mirarnos los ojos sin vernos. Porque a veces protesta el invierno a mis manos, el suelo tiembla pensando en las dudas que siempre hemos tenido,  y de nuevo, siempre, acabo pensando que quizá debí cuidarte algo más. Entonces en mi cabeza repiquetea aquella batería inexistente, como tú, hoy, aquí. En realidad no sé si ya existes, ni siquiera si exististe algún día o todo fue esto. Pero, de verdad, si quieres, puedo pasar este día contigo, y el siguiente... El de después ya no puedo asegurártelo, pero, si quieres, puedo intentarlo. Si quieres, también puedo besarte la nuca con los labios y con la piel, con las manos, con mi imaginación, hoy. Y si me dejas bajaré por tu piel y volveré a subir, parándome siempre en aquellos recovecos que me hacen estremecer. Si a ti te apetece, incluso puedo desnudarme y mirarte desnudo. Simplemente, nada más, o todo lo demás. Si quieres. Quizá te pida permiso también para volver a dibujarte con mis manos en la mente, y con un lápiz sobre un papel, y con esta tinta sideral sobre este papel en concreto, o quizá no. Y si quieres puedo devolverte una mirada de indiferencia cuando quieras pensar que ya te olvidé, pero ni tú serás capaz de creerlo. Porque si quieres yo puedo seguir siendo yo, aquella yo de antes, y contarte mi vida, contarte los intentos, contarte a ti las veces que estuve contigo, pero no puedo volver a ser la que era antes de que llegaras tú. Evidentemente... Ya lo hemos hecho. Ahora ya sólo puedo decirte que, si quieres, podemos volver a hacerlo, que si quieres, puedo seguir pensándote en la ducha, en el sofá, en la cama, en mi cuello, en mi vientre. Que, aunque no quieras, seguiré haciéndolo. Que, si me lo permito, podré seguir disfrutando de este -y más- deseo que me arde por dentro pero no me quema nada; que me invita a pedirte permiso y que me frena al hacerlo, porque me encanta desearlo. Desear el propio deseo, desearte a ti. Conseguir pequeños ápices de deseo deseando más. Queriendo, pidiendo, si quieres, exigiendo, aquí. Deseando. ¿Qué más me da a mí si no existes, si no has existido nunca, si eres una invención? ¿Qué más le da al deseo quién seas tú, si visitaste mi cama o yo la tuya, si nos besamos o sólo lo inventamos? ¿Qué más me da a mí si  tú quieres, si quisiste, si lo querrás?  ¿Qué me importa que estés o no? No te necesito, sólo te quiero.
Si quieres, sigo queriéndote. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario